Historias de Surfing. Por Renzo Zazzali: Mi estilo de vida

Antes de nada, me gustaría presentarme para los que no me conocen. Mi nombre es Renzo Zazzali Velarde, apasionado por el mar y él Surfing, las olas grandes y difíciles, el Free Surfing, las maniobras fuertes con mucha línea, descubrir olas nuevas, correr con poca gente, disfrutar y conectarme al máximo con el mar y sus olas. Y también por supuesto, un amante del arte de la fabricación de las tablas hawaianas.

Empecé a correr olas a los 4 años en el Club Regatas. Empezaba el verano de 1977. Cuenta mi madre, que le insistía todos los días para que me regale una Piti Tabla (tabla chiquita de tecnopor). En ése entonces no existían profesores. Y muy poca gente corría las izquierditas de la playa 1. Tuve desde un principio una conexión muy especial con el mar.

Luego de 2 años, me compraron una Morey modelo North Shore. Esta venía con 2 quillas de plástico. Desde el primer día que la metí al agua, me pare sin ningún problema. Corrí siempre parado durante esos 4 años. Recuerdo que entraban unas izquierdas grandes en la playa 2 del Regatas. ¡Y todos salían corriendo!! Jajaja. Solo quedaban mi hermano Marco un par de personas más y yo, que era el más chiquito de todos. Desde muy chico me gustaba la adrenalina. Y era el más Inside de todos jajaja…. siendo el mejor por lejos.

Esporádicamente un amigo y mi primo Rafo La Rosa, me prestaban sus tablas hawaianas. ¡Pero yo ya quería la mía propia!! ¡Le pedí a mi viejita que me compren una tabla de verdad!

Entonces a los 9 años, ya tenía mi tabla marca Gordo Barreda. Que la mandamos a hacer a mi medida. Tengamos en cuenta que nadie me ánimo a que corra tabla. Yo sólo la busqué. Y fui autodidacta en todo momento. Empecé a correr la Costa Verde progresando y mejorando rápidamente. A los 12 años empecé a correr campeonatos. Humildemente, los ganaba casi todos. Una vez, quedamos con Rodolfo Klima para que me vea correr. Un amigo suyo le había comentado de mí.

La cosa es que me vio correr y le gustó mi surfing. Luego de la sección en Punta Roquitas, me metía al team Special. (Antes se llamaban así las Klimax). ¡Me acuerdo hasta ahora que estaba súper emocionado!! Con esto que les cuento, me convertí en el primer Team Rider de Klimax. A la par con Wawa Parraud.

Tuve la oportunidad de ganar varios campeonatos nacionales (Tricampeón) pero la fiebre de los campeonatos me duró unos cuantos años nomas. Hasta que me di cuenta que lo mío no era la competencia. El stress me nublaba y nunca podía correr bien. Lo mío era simplemente correr con mis amigos. Apuntando siempre a correr lo más caleta posible. Siempre buscando los tubos, olas grandes y nuevas olas.

Pasaron los años y no volví a correr en ninguna competencia. Solamente las que me invitaban, como Pico Alto, El Paso, Chilca y Cabo Blanco. Tuve la oportunidad de llegar a varias finales. Pero la que mejores triunfos me dio, fue mi ola favorita, Pico Alto, con 8 finales en mi haber. Quede desde segundo puesto hasta 6. Hasta ahora nunca he tenido la oportunidad de ganarlo.

Antes de empezar (con las historias), les quería contar que es la primera vez que tengo una columna relacionada al serfin.

Decidí incursionar en esta nueva experiencia, ya que todos nosotros tenemos una o varias historias corriendo olas que contar. Por lo que el mar y sus olas, nos unen a todos de una manera muy especial.

No es mejor serfer el que corre más. Para mí, el mejor serfer es el que más se divierte. Y el que mejor sintonía tiene con el mar. Todos los que sentimos esta afinidad y pasión por el serfin, ya sean Pros, Principiantes, Free Serfers, Rippers, etc…. nos hacen ser iguales unos de otros.

Y eso es lo bonito de este deporte.

Algo que valoro mucho de las personas, es la capacidad de tener empatía, humildad, sencillez, valores, respeto, bondad, templanza, determinación y originalidad. Lo menciono, porque el serfin me ayudó mucho a ser mejor persona y a poder afrontar con seguridad y templanza los momentos duros que me tocaron vivir.

Sin el serfin estoy convencido que no lo hubiese logrado. Por esto, el serfin para mi va más allá que un deporte. El serfin es “Un estilo de vida” que puede cambiar hasta las vidas más difíciles y complicadas.

En conclusión, me gustan las buenas olas, correr lo más solo posible (cada vez más difícil) y, sobre todo, la relación tan profunda que tengo con el mar y sus olas.

He pasado por infinidad de historias de surfing a lo largo de toda mi vida. Desde olones, viajes, buscar olas perdidas, hasta graves accidentes. Que hasta en una ocasión, me llegó a sacar 2 años del mar. 

Les escribo este preámbulo para que me conozcan un poco más. Y así, poderles contar algunas de mis historias.

La primera historia sería de Pico Alto.  “Un día que el mar se puso como nunca lo había visto. Se cerraba toda la bahía. Desde Punta Rocas, hasta Pulpos. ¡En una sola espuma!!”

Ya se los contaré en el próximo capítulo.