Por: Luciana Bravo
En este capítulo presentaré el nacimiento del surf contemporáneo durante el cual se llevaron a cabo considerables importaciones y se dio mucha relevancia a la moda y a las marcas de surf. Aparecieron los programas de televisión especializados, así como las escuelas de surf. Este deporte empezó a masificarse. Rocío Larrañaga continuó destacando y surgieron nuevos e importantes talentos.
En esta década se dieron muchos cambios radicales bajo el gobierno de Alberto Fujimori que, en 1992, logró erradicar el terrorismo con la captura de su líder Abimael Guzmán, logrando generar un ambiente de tranquilidad y confianza.
Esta fue la época del nacimiento del surfing contemporáneo. Las marcas más importantes como Roxy y Volcom, además de Billabong que inició unos años antes, empezaron a producir ropa y complementos exclusivos para mujeres. Comercialmente, crearon el prototipo ideal de chica que corre tabla y que muchas veces, coincidía con el de una modelo. Entonces, ya no sólo resultaba difícil ser mujer y correr tabla, sino alcanzar el estándar por el que las principales compañías se seguían desviviendo en patrocinar: deportistas delgadas, jóvenes, bronceadas y en su mayoría rubias y dispuestas a posar en bikini. Sin embargo, no todas calzaron en este juego comercial y penosamente algunas no lograron patrocinios importantes. Felizmente, esto ha ido diluyéndose con el pasar de los años, ya que varias marcas cuentan con diversas surfers y “modelos” sin llegar a una completa homogeneidad o prototipo.
El popular Javier Meneses ingresó a la televisión con su programa Zona de Impacto, difundiendo el deporte de la tabla y dando tribuna a los tablistas de la época. Luego, aparecieron otros programas por el estilo como Punto de Quiebre y Surfari Latino.
Según Huellas en el Mar: “Las importaciones empezaron a explotar en los noventa. El Perú salía de la crisis arrastrada en los ochenta y las marcas internacionales empezaban a ver atractivo el mercado en el Perú. Los shapers peruanos se habían posicionado y los deportistas destacaban a todo nivel. Jóvenes promesas nacían y se perfilaban como la posta del futuro de la tabla”.
En esta década, despuntaron verdaderas deportistas, hijas de surfistas de corazón y pasión por el surf como Sofía, hija de Herbert Mulanovich, y Kina, hija de Óscar Malpartida. No puedo dejar de mencionar otras talentosas tablistas que también competían como Karen Mendiguetti, Jessica Valle, Jania Mulanovich y Francesca Reátegui.
En mayo de 1990 diez tablistas peruanos viajaron a Japón al XIII Campeonato Mundial de Tabla amateur, entre ellos, dos mujeres: Rocío Larrañaga y Ana Pamela Portugal. En julio de 1991, 180 tablistas compitieron en la “Copa José Duany”. En la categoría “damas”, la ganadora fue Rocío Larrañaga que se impuso a Lucía Salas, Pilar Irigoyen y Mariel Burga. En julio del año siguiente, la Federación Peruana de Tabla designó a los 16 deportistas que competieron en el Campeonato Mundial de Tabla, entre ellos, por supuesto, Rocío Larrañaga y Lucía Salas. En febrero de 1993 las más activas y conocidas surfistas fueron Lucía Salas y Rocío Larrañaga.
El surf se convirtió en un deporte menos elitista, dando paso, lentamente a la masificación de su práctica. La Revista suplemento cultural de El Peruano, en su edición de febrero de 1993, reportó que en ese año la población de surfistas creció vertiginosamente, contando con un aproximado de diez mil aficionados. Este incremento demográfico era mucho más notorio en verano, donde era común ver a cinco tablistas detrás de una ola, peleándose por ella sin temor. Continúa siendo así.
En 1992, Roberto Meza inauguró un proyecto que marcó un punto de partida muy importante en la historia de la tabla de nuestro país: la academia de surf “Olas Perú”. Inició su carrera como instructor de surf, teniendo como alumna a la pequeña Sofía Mulanovich. A partir de entonces nada ni nadie la paró y ganó la mayoría de campeonatos de mujeres, llegando incluso a competir y ganarle a hombres. Otra jovencita que también destacó a temprana edad en muchos campeonatos fue Kina Malpartida.
Según el diario El Comercio, ante la pregunta “¿por qué tan pocas chicas practicaban este deporte?”, Kina respondió: “No sé, pero supongo que es porque le tienen miedo al mar, o les parece muy difícil, o muy trabajoso…porque para surfear se necesita ser muy constante”. La década de los noventa se formó en base a las promociones que salieron de las escuelas y de los equipos que fueron preparados por la generación anterior de surfistas.
A finales de la década, Sofía se convirtió en el nombre más vinculado al surf y al Perú en el plano internacional. Entre 1996 con tan solo 13 años, y el 2000 consiguió año tras año, el título nacional en la categoría femenina. En 1997, en Huntington Beach, California, triunfó en el California Series Pro/Am, siendo por primera vez campeona a nivel internacional. También ganó el título Panamericano de surf en Brasil. En 1998, con 15 años, Mulanovich obtuvo un wildcard para competir en el Billabong Pro en Jeffreys Bay y llegó con mucho ímpetu, nada más y nada menos que hasta las semifinales.
De acuerdo a información divulgada por 5,000 Años Surcando las Olas: “En 1999 Sofía Mulanovich participó en torneos internacionales en los WCT de Francia (novena), Australian Open (cuartos de final) y U.S. Open (novena), y redondeó el año en diciembre con una medalla de plata en los IV Juegos Panamericanos de Tabla realizados en Mar del Plata, Argentina. Fue considerada la principal amenaza, para los próximos años del tour mundial femenino ASP, y su objetivo ella lo tenía claro: terminar el colegio, luchar para clasificar al WCT y una vez allí, ser la campeona del mundo”.
He podido mostrarles algunos hechos importantes sobre el surgimiento de nuevos valores femeninos. Entre estos destacó con creces, definitivamente, la aún niña, Sofía Mulanovich a quien dedicaré, gran parte del siguiente capítulo.
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