Investigacion por Luciana Bravo
En estos gloriosos y asombrosos años 60, el surf brillaba en el Perú como un deporte de hombres, tan elitista y destacado que hasta los presidentes formaban parte de las competencias de mayor importancia. Sin embargo, este capítulo está dedicado a las mujeres que se atrevieron a luchar y seguir avanzando en una sociedad y un deporte que destacaba, muchas veces, más su belleza que su destreza, la cual, poco a poco las llevaría a alcanzar un papel más relevante.
Para darles una idea del contexto mundial, cito un fragmento de Huellas en el Mar: “En la década de 1960, la tabla se había extendido alrededor de todo el globo. Sin duda alguna, el Perú era un reconocido participante de este fenómeno. Gracias al aporte peruano, países como Argentina y Chile comenzaban a practicar la tabla.”
Con la aparición de las tablas de madera balsa y luego de foam poliuretano, el número de tablistas fue creciendo en el país. La continua competencia entre el club Waikiki y el club Makaha dio pie, también, a que se realizaran más torneos y a que se elevara el nivel de los competidores.
Las “damas” competían inicialmente en la modalidad colchón y tándem. En el Primer Campeonato Interno de Tabla Hawaiana, organizado por el club Makaha en 1960, Pilar Merino ganó en colchón a Eve Eyzaguirre, Adriana Fernández Prada, Lía Mezzano y Cecilia Roose.
En 1962, la afición por la tabla realmente se volvió de gran interés para los peruanos de ambos sexos; sin embargo, en una entrevista personal, Eve Eyzaguirre afirmó que había más competencias para hombres que para mujeres. En el caso de las “damas”, existía una sola competencia en la que se tenía que remar cierta distancia y salir parada sobre la tabla, corriendo la ola.
En marzo de 1962, se realizó en la playa Kon Tiki, el Primer Campeonato Mundial de Tabla con la participación de destacados representantes de Estados Unidos, Australia y Francia. El suplemento deportivo de La Crónica, 1962, informó así: “El acto será resaltado con la asistencia del presidente de la República, Dr. Manuel Prado, quien ha sido invitado especialmente para presidir la ceremonia. Acto seguido se efectuará la primera fecha del evento con las pruebas en las diversas modalidades de dicho deporte.” Nada explica mejor la idiosincrasia de la sociedad peruana de esa época como este texto tomado de 5,000 Años Surcando las Olas: “La prensa peruana comenta, en sus notas correspondientes a enero y febrero de 1962 la insólita noticia de que Gladys Zender, la Miss Universo de 1957 estaba considerando la posibilidad de participar en la selección femenina del Perú. Miles de bañistas se volcaron a la playa con la esperanza de contemplarla en traje de baño, y se encontraron con la belleza incomparable de Manie Rey, Eve Eyzaguirre y Pilar Merino, quienes disfrutaban las olas junto a Sonia Barreda, Ive Kessel, Olga Pardo, Carmen Pastorelli y Lucha Velarde“.
Habían diferentes pruebas para damas, no contabilizadas para el mundial, lo que significaba que aún no lograban acortar la distancia con los verdaderos héroes de esa época, los hombres.
Pilar Merino se impuso sobre Ive Kessel, Olga Pardo y Lucha Velarde en la carrera de 200 metros y en la de 500 metros damas, Sonia Barreda venció a Pilar Merino y a Manie Rey.
En la carrera tándem de 1000 metros, Manie Rey ganó el campeonato con el hawaiano José Angel y en la prueba de habilidad tándem, Manie volvió a ganar con el peruano Héctor Velarde, al imponerse sobre los esposos Severson y a Carmen Pastorelli con Carlos Dogny. Manie y Héctor eran, sin dudarlo, los mejores exponentes del tándem en nuestro país.
Podemos imaginar la destreza y la performance de dos deportistas sobre una tabla, lo cual ahora tampoco estamos acostumbrados a ver, a través de este texto: “Cuentan los espectadores de la singular jornada, que las figuras de Manie Rey sólo eran comparables con la gracia de una princesa de cuentos de hadas, y que el jurado, impresionado con la velocidad de pareja, les otorgó el título unánimemente”, obtenido de 5,000 años surcando olas.
Según Huellas en el Mar: “…Manie, ha sido sin lugar a duda la mejor exponente nacional de la modalidad en tándem de todos los tiempos, ella logró ganar muchas competencias nacionales e internacionales…”
Un breve video ilustrativo de la élite surfista en el Club Waikiki de los años sesenta.
Club Waikiki, Peru, 1965 from ENCYCLOPEDIA of SURFING on Vimeo.
Eve Eyzaguirre contó que en esa época las personas que corrían tabla eran de clase media y media alta. Esto obligaba a algunos empleados del Waikiki a surfear de noche porque, según ella, la “pituquería” limeña de aquella época era peor que la actual y los tablistas no los dejaban correr junto a ellos. Ella no tenía dinero, pero iba a Makaha y, como era buena, el club Waikiki la invitó, lo cual ella aprovechó para correr y disfrutar, haciéndose así más conocida. Muchas veces cuando avistaban que las olas estaban reventando en el Regatas, todos se precipitaban a coger las tablas para ir a correr ahí, entonces ella les pedía por favor que la llevaran; sin embargo, la dejaban parada y se iban ellos solos en camionetas.
En 1964, destacaron nombres como Olga Pardo, Eve Eyzaguirre, Pilar Merino, y Sonia de Barreda. En 1966, se realizó el Torneo Internacional de Tabla Hawaiana. Una nota del diario El Comercio publicó que, como “complemento” del torneo de hombres evidentemente, el día anterior, en otra playa, se efectuaron las pruebas de “habilidad en playa de mujeres” y “habilidad tándem”, donde se impuso la campeona nacional Pilar Merino, sobre Olga Pardo y Manie Rey. Este mismo año se designó la Delegación que viajaría al II Campeonato Mundial en San Diego, California; conformada por 9 hombres y dos mujeres, las consagradas Pilar Merino y Lía Mezzano. A partir de 1967 se empezaron a escuchar nuevos nombres como Pilar Guerrero, Patricia Pinilla, Polla Céspedes, Teresa Fuller y Mari Pili Miró Quesada. En 1969, dentro el Torneo internacional de tabla hawaiana en Punta Rocas, se realizó también la prueba de habilidad en la playa Waikiki para damas, imponiéndose Lía Mezzano sobre Liliana Barreda, Sonia Barreda, Majerit Canock y Talía Mulanovich. Los hombres seguían destacándose como la parte importante del campeonato y las mujeres como una mera exhibición y distracción.
“El surf en esa época era de hombres y de élite. A las mujeres que entramos a hacer tabla se nos tildó de ahombradas, lesbianas, una estupidez, no era como ahora. Todo era un tema social y frívolo”, sostuvo Manie Rey.
A continuación, presento un interesante video sobre el Segundo Campeonato Mundial de Tabla Hawaiana que se llevó a cabo en la playa Punta Rocas de Lima en 1965. En él podemos observar extractos de las competencias.
Hemos recorrido esta singular década en la que el surf estaba muy ligado al tema social de la época. No obstante, hemos podido aprender algo sobre los primeros Campeonatos Mundiales realizados en el Perú y conocer los nombres de destacadas mujeres que ya tomaban el surf como un deporte, a pesar de que aún no alcanzaban el estatus de los hombres. El próximo capítulo estará dedicado a una reconocida surfista peruana que, según los conocedores, dejó huella en este deporte por ser la pionera.
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