Se dice que el sábado pasado fue el día más grande en los últimos 5-10 años en Hawaii. Sin duda y si no existiera la pandemia, el Eddie Aikau Big Wave Invitacional hubiera tenido luz verde y habríamos visto un campeonatazo de ola grande.
Este mega swell hizo que todas las playas bravas de Hawaii estuviesen activadas y tuvimos representación peruana. Alonso Correa se tiró unas bombazas en Waimea.
Y Martín Jerí hizo de lo suyo en Jaws.
Sin duda lo que se llevó todas las cámaras fue la sesión histórica en los outer reefs. Y obviamente, los jet skis saliendo disparados para que no los agarre LA serie que reventó adentro del canal, cosa que es muy inusual.
Según Nathan Fletcher, los outer reefs eran un santuario donde solo se mandaban los más bravos del North Shore y donde se sentían con suerte si había otra persona para correr ahí. Pero ahora con las nuevas tecnologías de seguridad (chalecos), drones, Instagram, etc. mucha más gente se manda. Y con todos estos nuevos surfers llegan los jet skis.
“Un jet ski es como una pistola cargada”. Bryan Phillips, salvavidas por 17 años en el North Shore y que estuvo ese día en un jet ski, le dijo eso a Stab. “En las manos correctas son herramientas muy útiles, pero en las manos equivocadas, son la receta perfecta para un desastre.”
Phillips estaba en su día libre pero decidió entrar a hacerle de partner a un amigo. También le dijo a Stab que antes de LA serie “la situación ya era complicada y habían varios problemas antes de que entre la serie que se cerró en el canal…Todos intentaban ponerse lo más inside para sacar mejores fotos, arriesgando tanto a los surfers como a los que iban en las motos.”
Luego vino LA serie.
Mike Latronic, fotógrafo que estaba abordo de uno de los jet skis que salió volando, le dijo a Stab que ya habían entrado otras series igual de grandes pero que ninguna había reventado en el canal pero que debió darse cuenta que la marea estaba bajando y las olas creciendo. “Cuando mi conductor comenzó a acelerar, me hubiera gustado decirle que se diera la vuelta, pero todo sucedió muy rápido. Antes de darme cuenta, estábamos en el aire por lo que pareció una eternidad.” Felizmente Mike y su conductor pudieron salirse del jet ski en medio del aire y están bien.
Por otro lado, Ryan Moss, fotógrafo californiano-hawaiano, no tuvo la misma suerte. Él si no pudo salir de su jet ski en medio de la volada y tuvo un accidente bien fuerte. Moss le dijo a MSW que pensó haberse quedado paralítico. Felizmente fue socorrido por dos locales y luego por Bryan Phillips, para que luego sea llevado de emergencia al hospital. Actualmente Ryan tuvo una operación en la columna y se espera que tenga una recuperación completa. Pueden donarle a Ryan aquí.
Es muy importante tenerle respeto al mar, seas quien seas, estés donde estés, tengas o no jet ski. Para meterte en un día gigante hay que estar bien preparado mental y físicamente, y más aún si vas a manejar una moto de agua.
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