Por Pamela Álvarez Calderón B.
¡El Tour volvió! Yeeeeeeeeeeeeeeee. ¡Están compitiendo de nuevo! Después de hacer una cuarentena estricta de 2 semanas, todos los Pro están en Newcastle, Australia. Ver el evento me pone feliz, pero también me hace recordar lo que esta pandemia del mal, no me dejó vivir.
<<< R E W I N D <<< Lima, marzo 2020
Teníamos todo listo para viajar a finales de marzo del año pasado a Australia. Aprovechando que los 2 primeros eventos del año se corren en el mismo país y son casi casi seguiditos, habíamos cuadrado fechas para ir a ver los 2 eventos: Snapper Rocks y Bells Beach. ¿Se imaginan? Iba a ser increíble. Estaba flotando de la emoción, ver 2 eventos casi seguidos y conocer Australia, todo pintaba perfecto.
Ya teníamos los pasajes comprados, salíamos el 21 de marzo del 2020 de Lima. Este era nuestro itinerario:
Lima – Los Angeles
Los Angeles – Brisbaine
Como 26 horas entre vuelos y escalas. 26 horas al paraíso.
Les cuento que me encanta viajar y estar en aeropuertos. No me importa si las escalas son largas, siempre en un aeropuerto la paso bien. Siento que los aeropuertos son una ciudad. Desde que llego, en verdad desde que salgo de mi casa rumbo al aeropuerto, ya siento que empezó el viaje. ¡Me encanta!
Y no solo teníamos los pasajes comprados, teníamos varias otras cosas separadas y pagadas. La camioneta que íbamos a alquilar, los 2 primeros Ainbnb donde nos íbamos a quedar y algunas excursiones que queríamos hacer. Llegábamos unos días antes del inicio de Snapper para poder ir más al norte, a Airlie Beach y poder conocer La Gran Barrera de Coral. Era un plansazo!
Luego íbamos a quedarnos muy cerca de Snapper Rocks para ir caminando a ver el campeonato. Y después, íbamos a ir manejando a Sydney, luego a Melbourne y finalmente a Bells Beach para ver también ese evento. ¡El viaje soñado!
Casi un mes después, el regreso iba a ser desde Melbourne, vía Auckland y Santiago.
Faltando pocas semanas para el viaje ya se escuchaba de este virus raro que venía de China que se llamaba Covid-19. Escuchaba noticias en las mañanas por la radio, mientras manejaba a la oficina. Al inicio decían que no era grave, que solo tenías que lavarte las manos y que el porcentaje de mortalidad era mínimo. Aún no había casos confirmados en Perú. Sin embargo, mucha gente cercana ya me decía: “Pamela, piensa bien, no viajes, las cosas están complicadas en otros países”. Obviamente yo no le hacía caso a nadie. Simplemente pensaba, “¿Están locos? El viaje está listo, estoy a poquísimas semanas de viajar, no hay forma de que esto se pueda cancelar”. Además, estaba atenta a la web y a la info de la World Surf League y hasta ese momento todo se venía desarrollando sin problemas.
Los eventos del QS (Qualifying Series) se estaban corriendo con normalidad. Incluso Kelly ya había llegado a Nueva Zelanda porque iba a correr -antes de Snapper Rocks- el Corona Piha Pro, un evento de la Challenger Series y seguramente iba a jugar un poco de golf también, porque hay unos campos buenazos en los que Kelly ya había jugado el año anterior. Por lo tanto, yo seguía adelante con el viaje pensando que todo iba a estar bien.
El 6 de marzo, 2 semanas antes del viaje, se anuncia el Caso 0 en Perú y ya las noticias se empezaban a poner peor. Había más miedo. Ya no solamente algunas personas me decían que no viaje, ya era todo el mundo preguntándome: “¿Estás segura de que vas a viajar?” Pero yo todavía seguía para adelante como el elefante.
Pero llegaban y llegaban cada vez más malas noticias, eventos deportivos que se cancelaban, la información de que Tom Hanks y su esposa se habían contagiado… en Australia L y muchas cosas más. Tengo chats con Jose, mi novio, de esos días, coordinando la compra para el viaje de mascarillas y gel antibacterial, que en ese momento no encontrabas en ningún lado. ¿Se acuerdan? Qué locura recordar el inicio de todo esto. Llegamos a conseguir alcohol simple y solo 6 mascarillas, de las quirúrgicas. Con eso íbamos a viajar. Recordemos que en ese momento no era obligatorio el uso de mascarillas, aún.
Hasta que llegó el fatídico 12 de marzo. Estando en mi oficina, entro a la web de la World Surf League y leo la mala noticia… el anuncio oficial de la cancelación de Snapper Rocks. Bells aun tenía esperanzas. Pero ya toda esta vorágine pandémica había empezado y no iba a terminar… hasta hoy.
Ese mismo día se suspendieron los vuelos al Perú desde Europa y Asia y ya el domingo 15 de marzo nos encerraban en la primera cuarentena obligatoria… supuestamente por 15 días. Y ya todos sabemos cómo terminó… mejor dicho, cómo no termina aún, hasta hoy.
Recuerdo haber pensado: “Y si retrasamos unos días el viaje y ya no vamos para Snapper que han cancelado, pero llegamos a Bells que aún tiene vida?” Pero la pandemia me dio una cachetada en la cara…porque a los pocos días se anuló Bells y todo el resto de campeonatos: QS, CT, Challenger Series, etc.
¿Se imaginan lo frustrante que fue?
Cambiamos las últimas coordinaciones de las vacaciones soñadas por las coordinaciones de cancelación de todo, tratando de conseguir que nos devuelvan la plata que ya habíamos pagado. La empresa de alquiler de autos, respondió al toque y nos hicieron la devolución. Airbnb se demoró un poquito más, pero también tuvo final feliz. Lo que se demoró la vida fue la devolución de los pasajes, aunque finalmente, 8 meses después, lo logramos también.
Nada me quitó ni me quita hasta ahora, la tristeza de haber tenido que anular ese viaje tan esperado, ese viaje soñado, las ganas que tenía de ver 2 eventos casi seguidos y viajar a un país que aún no tengo el gusto de conocer. Y la verdad es que ver el evento de Newcastle ahora, un año después vía streaming, me hace acordar de todo esto que me perdí. Y me da un poco de rabia y odio al Covid por ser el culpable de todo. No solo de la cancelación de este viaje sino de todo lo malo que está sucediendo en el mundo.
También, ver el evento de Newcastle, me hace extrañar mucho a Snapper Rocks, sinceramente espero que las olas mejoren los próximos días para que el campeonato se ponga más emocionante.
Pero como no quiero terminar esta columna en mala onda y porque me gusta siempre pensar positivamente, les cuento que tengo la esperanza de poder repetir todo lo que planeamos en el 2020, igualito, pero en el 2022. O sea, 2 años después. ¿Creen que será posible? Me gusta pensar siempre en positivo, así que yo creo que sí lo podremos hacer. Pero eso sí, con Kelly compitiendo, porque la verdad es que sin él, el CT no es lo mismo 😉
Nos vemos el próximo jueves, chau!
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