Aguerrido y certero, Alonso pasa a la semifinal olímpica con un mar en condiciones adversas

Se impuso al protegido de Wade Tokoro, el japonés Reo Inaba, y escribe su propia historia de surf en el Perú | Fotos: ISA

Alonso se impuso al protegido de Wade Tokoro, el japonés Reo Inaba, y escribe su propia historia de surf en el Perú | Fotos: ISA

¡Dios mío! ¡Qué ajuste, Perú!

“¡Yo pensé que se iba a caer! ¿Cómo hizo para hacer esa maniobra?”, me dijo una mujer al borde de un ataque de nervios en inesperada llamada telefónica apenas terminó el heat Correa-Inaba.

Era mi madre.

Su ansias son el vivo reflejo del padecer peruano que, una vez más, no sabe reconocerse a sí mismo sino a través de su propia filosofía de cartel chicha:

“Se sufre… ¡pero se goza!”

Mi madre se refería al roller-floater limpiamente ejecutado por Alonso que, en circunstancias normales, seguramente habría pasado desapercibido, pero no el día de hoy. El océano, en un movimiento perpendicularmente opuesto al histórico 19 de julio, atravesó el otro lado del espejo para ofrecer un mar en condiciones peor que adversas: ventozaso, súper chopy, y con series de olas que entraban por donde les daba la regalada gana.

El primer gran shock del día fue la sorpresiva eliminación de la gran favorita y local, la Reina de Teahupo’o, Vahine Fierro, en manos de su compatriota Johanne Defay. El mar estaba tan feo, que elegí ver las finales de natación y el surf se quedó de telón de fondo. Cuando de la nada oí: “Y así concluye la participación de Vahine Fierro en estas olimpiadas”, sentí que me puse blanco por dos segundos. No lo podía creer.

El segundo gran shock nos iba a tocar a nosotros, los peruanos, pero el guerrero nacional, Alonso Correa del Perú, nueva lampara maravillosa del deporte nacional, consiguió vencer a quien fuese el protegido del legendario shaper hawaiano, Wade Tokoro, el japonés Reo Inaba, en unos cuartos de final a-jus-ta-dí-si-mos.

Y el mérito de Alonso es grande otra vez por esta razón: Inaba fue el que tuvo toda la mesa servida para pasar, no Alonso. El japonés se metió uno de lo escasísimos buenos tubos del día. Un tubo pequeño y “chino”, pero con un timing perfecto. Tengamos en cuenta que encontrar un buen tubo el día de hoy era como jugarse una sola Tinka, y llevarse el premio mayor con ese solo ticket de cinco soles. Y el japonés le atinó. Inaba tuvo como 10 minutos para meterse un back up mínimamente decente, pero no lo consiguió.

Vamos desde el comienzo

Alonso arrancó el heat como siempre: buscando ser el primero en coger la primera ola. Pero Inaba lo buscó incomodar en la remada, le puso cuerpo, y Alonso pagó el pato en pleno drop. Pero todo bien. Al toque, Inaba agarró una sólida, pero solo llegaría a carvear un par de veces a media caña: 2.83 (estos puntajes fueron la normalidad de hoy). Con Alonso en la prioridad, Inaba se la pasaría un buen rato en el outside, y un poco más abajo del point cogiendo las abiertitas, pero no llegó a cazar nada.

Luego, con el mar hecho un río de confusión, Alonso pasó a estar más abierto mientras que Inaba comenzó a meterse en el inside. En eso, luego de dos olas que cayeron cerradas, apareció un pico milagroso para Alonso. El peruano la bajó preparado para esperar el tubo que, no sé cómo, se llegó a inflar un poco con Alonso adentro por un segundo. La cresta le caería encima pero no lo tumbó, y cerró la ola con dos maniobras: un carving a media caña y un roler rarísimo sobre una cresta blanca y horrorosa: 2.57. Como les decía, así han sido los puntajes el día de hoy.

Sin prioridad, era el turno de Alonso de esperar un poco más abajo y abierto del line-up, a ver qué era lo que caía. Al rato, Alonso tuvo suerte: otro pico milagroso se alzó de pronto, casi una fiel copia de lo que sería un día normal en la playa Señoritas en Punta Hermosa. Alonso la taimeó bien con un sólido bottom turn que le permitió hacer un roller explosivo con todas la quillas afuera, le seguiría un lindo carving-reentre que lo colocaría de vuelta pegado en la espuma y, hasta ahí, su ola ya era una destacada. Pero Alonso quiso ir por más. Para cerrarla, quiso meter otro carving con power y, en el movimiento final, parece que se le chorreó mucho el tail y no llegó a completar la ola. Me mandé un grito que debió haberse escuchado por todo Miraflores. Le dieron 4.17, y el reloj marcaba que restaban 13 minutos cuando al ratito…

sucedió un verdadero milagro para Reo Inaba. El reloj restaba exactamente 11 con 30 minutos cuando el japonés encontró la ola que había estado esperando pacientemente, y que fue una de las mejores del día. Taimeó perfectamente el tubo que se le abrió, y estuvo adentro como 4 segundazos. Le dieron un 7.33, uno de los scores más altos del día, sino el que más. Y en ese momento… como reza el famosos meme, en ese momento creo que muchos peruanos llegamos a sentir el verdadero terror. Para este día de olas deplorables, 7.33 era un gran score.

Pero Alonso estaría lejos de darse por vencido. Al ratito, entró otro pico a lo Señoritas y, a continuación, la maniobra que mi madre no entiende cómo fue que le hizo para que el peruano mantuviera el equilibrio. Aquello se conoce como un roller-floater, mamá. El surfista ataca con todo lip de la ola y, en lugar de patear la cola de la tabla, queda suspendido por un instante encima de la misma cresta para luego tener un aterrizaje forzado sobre la base de la ola. Dos maniobras en una.

Sería gracias a esa maniobra crítica y arriesgada por la que Alonso conseguiría su pase a las semifinales olímpicas. Luego de ese ajuste, Alonso solo acometería dos maniobras complementarias para cerra la ola. Al concluirla, Alonso se celebró y nosotros lo celebramos con él, porque sabíamos que había sido un buena ola: 6.33.

Su puntaje lo colocó apenas 0.34 por delante del japonés, es decir, ¡a nada! ¡Y todavía faltaban 5 minutazos para que se acabe el heat! Comencé a sentirme mareado, y el estómago me daba vueltas. ¿Qué pasaría con la siguiente ola del japonés? Pero, por esas cosas que solo Dios alcanza a comprender, el charger Reo Inaba, dueño de un surfing agresivo y progresivo a la par de Alonso, teniendo la prioridad en el heat, increíblemente, no alcanzó a darle a ni una sola ola, a pesar de que en ese río revuelto que era el mar se dejaron ver varias oportunidades.

A 10 segundos del final, se podía ver que no venía nada y nos dijimos, ya está. Alonso va a las semis. Sonó el cornetazo final, y Alonso se desmayó sobre el mar. Todos lo vimos flotando sobre la infinita superfice marina de Teahupo’o. Se reincorporó para el saludo cordial con el adversario, y así Alonso hizo historia al ingresar a la semifinales de París 2024.

Su siguiente rival será el príncipe local de la isla, un sangre fría de aquellos, con la mirada siempre fija y sin sonrisa al lente de la cámara, el casi inexpresivo Kauli Vaast.

¡Vamos con todo, Alonso!

A ganar o morir intentándolo. Ustedes ya lo cantaron.

Pd. termino de escribir esto y veo que… ¿el evento continúa para las mujeres en esas condiciones deplorables? ¡Mi Dios! Carissa acaba de caer.

Comparte esta noticia
Facebook
WhatsApp
Twitter
Pinterest
Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias relacionadas

Tiendas
Playas
Categorías de producto
Legal
Abrir chat
¡Hola! ¿Cómo podemos ayudarte?
¡Hola! ¿Cómo podemos ayudarte?