El surfing competitivo regresó con el Rumble at the Ranch y no fue sorpresa que lo haya ganado un brasileño (acompañado de la talentosa Coco Ho). Por ello, decidimos analizar que hay detrás de estos surfers. Desde que Medina ganó el primer título de la WSL para Brasil en el 2014 nadie ha podido parar la tormenta brasilera. Esta no ha sido una tormenta que vino y se fue. La supremacía brasileña llegó para quedarse y hace ya varios años son la élite del surf mundial. No por nada 4 de los últimos seis títulos mundiales son de la verde-amarela y probablemente se lleven algunas medallas en Tokio (cuando por fin se hagan los Juegos Olímpicos…). ¿Cómo llegaron a ser tan dominantes y que los diferencia de las otras nacionalidades del tour? Aquí algunas teorías sobre el secreto de la Brazilian Storm:
Lo quieren más que nadie
Si algo caracteriza al surfer brasilero es la competitividad y el “hambre” que muestran al surfear. Son producto de su propio entorno y para muchos este fue uno donde nada vino fácil, así que tuvieron que luchar cada paso del camino. La historia de la mayoría de los brasileños del tour es similar. Una historia de humildes inicios y superación a través de esfuerzo, sudor y lágrimas.
Para ellos el surf no es solo un deporte o una carrera. Es una oportunidad para alejarse de la violencia, vicios de las favelas y darles una mejor vida a sus familias. Unos meses después que Adriano de Souza ganó su título mundial, Ricardo Dos Santos un conocido surfer brasileño y buen amigo de Adriano, fue asesinado con tres disparos por un policía fuera de servicio cerca de su casa en Florianópolis. Tenía apenas 24 años. Un gran contraste entre un surfer que logró llegar al tour y ser campeón mundial y otro que se topó con la dura realidad de su entorno.
El ambiente y las oportunidades que tienen los jóvenes surfers en países como como Australia o USA son muy diferentes. Los Brasileños desde muy jóvenes con cada ola se están jugando su futuro y ellos lo saben, por eso son tan apasionados para surfear y competir. Mira este especial de la WSL con Adriano de Souza contando sus humildes inicios. De crecer en las calles a ser campeón mundial.
Tienen fe
Seguro que en el tour hay muchos creyentes y no digo que los brasileños están más cerca a dios ni que esta sea la clave, pero la fe, pasión y devoción que muestran es diferente a la de los demás del circuito. Siempre se encomiendan a dios antes de cada serie y le agradecen en las entrevistas post-heat. También lo llevan en la piel; Miguel Pupo tiene tatuado un salmo, Toledo tiene la imagen de Jesús en su brazo derecho. “Jesús” fue el primer tatuaje de Italo y tiene “Fe” tatuada en su mano. Y tanto Gabriel, como Italo y Toledo tienen un tatuaje religioso en el cuello.
¿Qué creen que fue lo primero que hizo Italo cuando llegó a su pueblo natal en Brasil después de conseguir su título? No fue a una fiesta o a ver al alcalde u otra figura importante. Italo fue a su humilde iglesia, puso su trofeo de la WSL en el altar y se arrodillo a llorar y agradecerle a dios.
Creer en algo definitivamente es poderoso y puede ser que sentir que estás con Dios cuando estás en un heat y necesitas esa ola, te de la tranquilidad y fuerza que necesitas.
Dominan el aire
Casi todos los brazucas del tour tienen un surfing muy progresivo y la matan arriba del lip. Contar en tu repertorio con maniobras radicales como un aéreo 360 full rotation, rodeo o alley-oop te convierten en un surfer muy peligroso. Esto debido a que tienes la habilidad para convertir cualquier ola en un buen puntaje. Además, han logrado mejorar en otros aspectos como el power surfing y han dejado atrás el típico estereotipo brasilero de que solo corren olas chicas. Esta claro que se han convertido en surfers muy completos.
Cuestión de estadísticas.
Con 7491 km de costa y más de 2 millones de surfers en algún momento tenía que pasar. Surfear junto a dos millones de puntas te va a generar un rico crowd y aunque todos lo odiamos, esto es bueno para el deporte. Tener que pelear cada ola y ver el nivel de otras personas te motiva a mejorar tu surfing. No hay nada que te impulse más a mejorar que ver que tu amigo ya está empezando con los aéreos y tu no. Y si tienes 50 patas matándola a tu alrededor, se genera una competencia sana que hace que el nivel se incremente.
En fin, son solo unas cuantas teorías sobre lo que podría ser el secreto de la Brazilian Storm. Ya se verá si los peruanos copian sus técnicas o crean su propia fórmula. Pero sabemos que es solo cuestión de tiempo para ver a nuestra gente rompiéndola en el “Dream tour”.
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