De “surfer de verano” a correr Cabo Blanco

Aprovechando los 3 años de aniversario de Surf Place, contaré un poco cómo pasé de ser un surfer de verano a que Miguel Tudela me diga que no haga el mañanero estando en pleno point de Cabo Blanco.

Antes de Surf Place yo era un, como nos gusta llamarlos, surfer de verano. Solo corría estando en la playa y con calor. Me encantaba, pero no pasaba de ser un hobbie pasajero.

Todo cambió cuando me uní al Surf Place Team con Lucas y Vasco.

Creo que fue positivo que fuera un “surfer de verano” para también tener el punto de vista de una persona así.

Obviamente con el tiempo las cosas fueron cambiando hasta ya correr al menos 2 veces por semana. Otra cosa.

El estar metido en Surf Place ha tenido sus momentos altos y bajos, pero lo que siempre ha estado presente es el aprendizaje y estar más cerca de una de las cosas que más me gusta hacer: correr tabla.

El aprendizaje es constante: nuevos productos, nuevas noticias, conocer a surfers que nunca había escuchado, las increíbles historias de olas épicas y no conocidas, strike missions, conocer nuevas playas, más gente, la comunidad… en fin, creo que no podría parar de enumerar las cosas que he aprendido.

Una de éstas ha sido el ir progresivamente mejorando mi surfing y las playas en las que corro ahora.

De la Costa Verde al sur (gracias también a mi enamorada que veranea en La Isla). Del sur a La Herra.

En La Herra aprender a manejarme en el crowd y saber que pueden haber días en los que me despierte de madrugada, meterme una sesión de 3 horas y agarrar 1 o 2 olas y que ni si quiera sean buenas, pero siempre con el feeling y mentalidad que “siempre se aprende”. Sumar minutos en el agua te conecta, vas agarrando el ritmo de la ola y aprendes de los mas monstruos que se tiran las mejores olas.

El surfing además me ha enseñado ha retarme todos los días y querer mejorar, correr mejores olas y más grandes. Hay gente que tiene otro feeling, de correr por el vacilón y diversión, que no tiene absolutamente nada de malo, pero para mi el surfing es también una forma de ver hasta dónde puedo llegar, empujar mis límites y mejorar día a día.

Y así fue como pasé de La Herra a Cabo. Ya voy dos temporadas que con mis patas del serfin nos vamos para el norte. El primer año no hubieron tantas olas y el segundo hubieron demasiadas olas los días que estuvimos. Mal timing con las fechas. Tengo fe que el tercer año sí nos tocará la crecida y condiciones soñadas.

Fue en esta segunda temporada que, ya habiendo sumado minutos en el point de Cabo y con ya muchísimas sesiones en La Herra, me pasó algo que me dejó más en claro lo tanto que ha cambiado mi vida con Surf Place en estos 3 años.

El mejor momento que estuvimos fue el late de nuestro último día. El point se llenó de un crowd de peso: bastantes pros y locales del norte. Felizmente entraban olas y el ambiente era de buenas vibras.

Me agarré una ola bonita, no fue un tubazo pero sí tuvo su buen recorrido. Regresando al point y ya casi sin luz, entra la mejor serie del día y Miguel Tudela estaba en la mejor ola de esa serie.

Miguel la rema, drop perfecto y directo al tubo. Tubazo de vaaarios segundos en un día en el que nadie salía del tubo.

Yo, que volvía al point, me gané con el mejor tubo que he visto en vivo y en primera fila.

Toda la gente gritando y silbando. La mejor ola y tubo de la sesión.

En eso que Miguel vuelve al point, con una sonrisa de oreja a oreja, se me acerca y me dice:

“Oe, mañana no vayas a hacer el reporte de Surf Place que de ahí la gente viene”.

Mi reacción fue reírme y decir que obvio no, que ya me regresaba a Lima pero que igual no quemaría así.

¿Se imaginan cómo en 3 años pasé de ser un surfer de verano a que Miguel me diga eso en pleno point de Cabo?

Solo gracias a Surf Place.