La hora de Sammy

“Así sucederá: los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos”.

Nada como una Biblia a la mano cuando de un enfrentamiento entre hermanos se trata.

Y ningún país más fervoroso que Brasil para reprensentar esa rivalidad.

Aunque los hermanos Pupo parecen ajenos a esa clase de conflictos milenarios, que bien pueden acabar en asesinato o reconcilación, ahora sí que la misma sangre está expuesta a una situación límite.

Para empezar, uno de ellos ya está fuera del Tour. Solo que el hermano que caerá todavía no lo sabe, ni nosotros tampoco.

Y quien salga victorioso tampoco significa un pase automático a la segunda temporada del Tour. Seth Moniz también sigue con vida en Margaret, y dependen de su desempeño, junto con el de otro sobreviviente brasileño, Caio Ibelli, para saber si algún Pupo la hace o no.

Me parece que para asegurarse un espacio fijo, el Pupo vencedor tendría que hacerla en una serie más, hasta llegar a la semifinal. El problemita es que uno de ellos se va a tener que encontrar contra JJ o Gabriel en cuartos.

Y si es que se queda en cuartos, todavía tiene esperanza dependiendo del resultado de otros.

Entonces, ¿cuál de los dos hermanos será capaz de mantener el apellido Pupo con vida en el Tour?

Según lo escrito hace miles de años, ese Pupo debería ser Samuel, ya que es el menor de los dos.

En las historias bíblicas, siempre es el hermano menor el que recibe la bendición. Gracias a la justicia poética de las Sagradas Escrituras, en el que los desposeídos mundo son los que ganarán el reino de los cielos, los hermanos menores también están en condiciones de reeclamar lo que les corresponde, pues en los tiempos antiguos eran los primogénitos los más privilegiados al momento de la repartija por la herencia familiar.

Entre tanto, mientras esperamos este duelo dramático entre hermanos que sin duda sintonizaré, encontré otro duelo entre ellos en el CT, el único que he encontrado, del 2022 en Portugal. Y claro que sí: durante el heat se siente la rivalidad milenaria por el mismo objeto de deseo.

¡Vamos con todo Sammy!